El 13 de abril de 1984 ETA
asesinaba en Pamplona a un comandante de Infantería retirado.Como cada día a
las siete de la mañana el comandante del Ejército de Tierra retirado, JESÚS
ALCOCER JIMÉNEZ, se dirigió a Mercairuña, centro mayorista donde realizaba
las compras de suministros que luego vendía en tres supermercados de su
propiedad ubicados en Pamplona. Cuando se disponía a entrar en el edificio, dos
etarras le tirotearon alcanzándole dos veces en la cabeza y provocándole la
muerte en el acto.
Los etarras se dieron inmediatamente a
la fuga en un automóvil Renault 18, de color verde claro, donde les aguardaba
un tercer terrorista. Varios testigos pudieron identificar el vehículo
utilizado en el atentado y, alertadas las dotaciones policiales de Pamplona, se
establecieron diversos controles, procediéndose también a realizar una amplia
operación de rastreo por diversas calles de la ciudad a fin de localizar este
turismo, cosa que ocurrió unos 45 minutos después.
Una dotación del 091, compuesta por tres
policías nacionales, localizó el Renault 18 abandonado en la ronda de
Ermitagaña, justo enfrente de un instituto de Enseñanza Media y a varios
kilómetros del lugar en que se produjo el asesinato de Jesús Alcocer.
Por el asesinato de Jesús
Alcocer fueron condenados a 29 años en 1988, como autores materiales, Mercedes
Galdós Arsuaga y Juan José Legorburu Guerediaga; en 1989, fue condenado Juan
Carlos Arriaga, también a 29 años, por haber realizado el control y seguimiento
de los movimientos de la víctima; en 1991 fue condenado, como autor material,
José Ramón Martínez de la Fuente Inchaurregui.
Jesús
Alcocer Jiménez, natural de Sos del Rey
Católico (Zaragoza), tenía 65 años. Estaba casado y era padre
de cuatro hijas. Fue comandante del Ejército hasta 1977, año en que
se retiró y pasó a ejercer actividades empresariales privadas en Pamplona.
También fue delegado provincial de Fuerza Nueva. Ambas
circunstancias le pusieron en el punto de mira de la banda terrorista. En 1978
Jesús fue víctima de un doble atentado. Una bomba estalló en uno de sus
supermercados y, poco después, un segundo artefacto hizo explosión en su
vehículo. Esta segunda bomba se programó para que estallase cuando el ex
militar se montase en el mismo y fuese a inspeccionar los desperfectos
provocados por la primera explosión. Sin embargo, la víctima retrasó su salida
del domicilio y eso evitó que fuera alcanzado por la explosión del vehículo.