El 28 de noviembre
de 1981 fallecía en el Hospital de Basurto el comerciante MANUEL
HERNÁNDEZ SEISDEDOS, tiroteado por dos miembros de la banda terrorista ETA
el 26 de noviembre delante de sus hijas pequeñas. Manuel se
encontraba ese día en la trastienda de la armería y tienda de deportes de su
propiedad en Guecho (Vizcaya), junto a sus dos hijas de 7 y 5 años, a las que
iba a llevar al colegio Pedro Aresti en el que trabajaba su mujer. A la tienda
de la víctima acudían de forma habitual policías destinados en la comisaría de
Guecho para adquirir munición o revisar sus pistolas reglamentarias.
Hacia las nueve y veinte de la mañana
alguien llamó a la puerta del establecimiento, que todavía no estaba abierto al
público. Una de las niñas abrió la puerta y, mientras un terrorista se quedaba
en el exterior vigilando, el otro se dirigió al mostrador de la armería donde
se encontraba Manuel y, sin mediar palabra, disparó contra él. La víctima cayó
al suelo gravemente herida.
Los asesinos huyeron inmediatamente del
lugar en un coche en el que les esperaba una tercera persona al volante. El
vehículo había sido robado hacia las 8:20 horas a punta de pistola. El
propietario del mismo había permanecido en el maletero del mismo durante la
comisión del atentado y hasta que fue abandonado en la calle Buenavista de
Santurce. Hacia las 9:30 horas se recibió una llamada anónima en el
diario Egin que anunciaba el paradero del coche robado. El
comunicante indicó que había una persona en el maletero.
Mientras tanto, las niñas
salieron despavoridas hasta un estanco situado enfrente de la armería
y le dijeron al propietario "que a su papá le habían pegado un tiro".
Desde ahí el estanquero dio aviso a la Policía Municipal y se dirigió hasta la
armería con el gerente de una ferretería contigua. Manuel Hernández se
encontraba tumbado boca arriba en el suelo. "Tenía los ojos abiertos y no
presentaba aparentemente ningún disparo en el cuerpo. Al darle la vuelta vimos
el tiro en la sien. Creí que estaba ya muerto" (El País,
27/11/1981). Mientras un agente de la Policía Municipal conducía a las dos
niñas al colegio, Manuel fue trasladado al Hospital de Basurto, donde ingresó
con parada cardíaca.
El parte médico señaló que, tras quince
minutos de reanimación cardiovascular, la víctima recuperó las funciones
hemodinámicas pero presentaba un "coma neurológico de grado cuatro",
del que no llegó a salir. Tras una intervención quirúrgica fue trasladado a la
sección de reanimación del centro sanitario, aunque los médicos señalaron que
tenían pocas esperanzas de que salvase la vida. Falleció en el mismo hospital
dos días después, en la madrugada del 28 de noviembre.
Los autores materiales de este asesinato
no han sido juzgados. En el año 1983 la Audiencia Nacional condenó a Luis
Alberto Pastor Landa a 13 años de reclusión menor como colaborador de
los asesinos, ayudando a los autores materiales a huir tras cometer el
atentado. Presuntamente también participó en el asesinato el etarra José María
Astola Iruretagoyena (ABC, 23/01/1982).
Manuel Hernández Seisdedos tenía
34 años y era natural de Salamanca. Estaba casado y
tenía dos hijas de 7 y 5 años, que presenciaron el asesinato
de su padre. Fue la última víctima mortal de un año, 1981, que se inició
con el asesinato en Rentería del hostelero Antonio Díaz García el 5 de
enero.