JUSTO OREJA PEDRAZA (Madrid, Comunidad de Madrid, España)

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JUSTO OREJA PEDRAZA ETA, Madrid, Comunidad de Madrid, España, 28/07/01
El 28 de julio de 2001 fallecía en Madrid el abogado y general de Brigada del Ejército JUSTO OREJA PEDRAZA, un mes después de que resultase gravemente herido por la explosión de un artefacto explosivo alojado en una bicicleta y activado por el etarra Aitor García Aliaga. El 28 de junio hacia las 8:30 horas, Oreja Pedraza salió de su domicilio en la calle López de Hoyos de Madrid para dirigirse al garaje donde le esperaba un soldado en el coche oficial. Cuando apenas había recorrido unos metros, el estallido del artefacto explosivo le impactó de lleno. Su esposa y el menor de sus cuatro hijos, que iban a salir de casa con él pero que a última hora cambiaron de planes, bajaron a la calle en cuanto oyeron la explosión.
Un vecino explicó que un joven depositó una mochila en una bicicleta tipo mountain bike, que estaba apoyada sobre una farola, y se marchó de allí a toda prisa. Uno o dos minutos después se produjo la explosión del artefacto que, según las primeras investigaciones, estaba compuesto por unos cuatro kilos de dinamita.
La explosión le provocó graves quemaduras en la mitad de su cuerpo. Además, la onda expansiva, que lo lanzó contra la pared de una sucursal del BBVA cuyos ventanales quedaron destrozados, le causó traumatismo craneoencefálico y ocular, fractura de muñeca y contusión pulmonar. El soldado que cada día recogía al general lo trasladó en el coche oficial hasta el Hospital de La Paz. Por la tarde, el general Justo Oreja fue trasladado a la Unidad de Quemados Críticos. Tras un mes de agonía, falleció en ese centro sanitario por un fallo multiorgánico.

Otras diecinueve personas que se encontraban en las inmediaciones del lugar de la explosión resultaron heridas de diversa consideración. Trece fueron hospitalizadas, pero la mayoría recibió el alta médica durante las horas siguientes. Por la noche únicamente permanecía hospitalizada, además del general Oreja, una mujer que tenía múltiples erosiones en la cara y en las extremidades. La onda expansiva provocó, además, daños en unas setenta viviendas de una veintena de bloques, que se vieron afectadas sobre todo con la rotura de cristales y persianas pero sin que resultaran dañadas las estructuras de los edificios.
Seis horas y media después de la explosión de la bicicleta-bomba, los terroristas hicieron estallar en una calle próxima un artefacto colocado en el coche que utilizaron para huir del lugar del atentado. Cuando los Tedax inspeccionaban el vehículo, encontraron un segundo artefacto explosivo sin estallar que, muy probablemente, era una bomba-trampa con la que los asesinos de la banda quisieron asesinar a más policías. El automóvil, un Peugeot 405, fue robado en el mes de marzo en el barrio madrileño de Moratalaz, lo que afianzaba las sospechas policiales de que ETA disponía de cierta infraestructura en Madrid capital y probablemente también en localidades de la sierra norte de la comunidad.
El mismo 28 de julio el arzobispo castrense, José Manuel Estepa, ofició el funeral por Justo Oreja Pedraza en el patio de la sede del Ministerio de Defensa. A las exequias asistieron el presidente del Gobierno, José María Aznar, el ministro de Defensa, Federico Trillo, el líder de la oposición,José Luis Rodríguez Zapatero, y la totalidad de los altos mandos de las Fuerzas Armadas. El Gobierno concedió a la víctima la Gran Cruz del Mérito Militar a título póstumo, que fue recogida por la viuda de manos de Aznar, junto con la bandera de España y la gorra de su esposo. El 29 de julio los restos mortales de Justo Oreja fueron inhumados en la intimidad en el cementerio de Tres Cantos de Madrid.
En 2006 la Audiencia Nacional condenó a sendas penas de 323 años de cárcel a Ana Belén Egüés Gurruchaga y a Aitor García Aliaga, detenidos en noviembre de 2001 minutos después de cometer un atentado contra el secretario general de Policía Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Juan Junquera, que resultó herido leve. La detención fue posible gracias a la colaboración de un ciudadano que sospechó de ellos y les siguió, dando aviso a la Policía. La sentencia consideró hechos probados que los dos etarras habían vigilado los hábitos del general Oreja Pedraza y colocaron la bicicleta-bomba junto al número 134 de la calle López de Hoyos de Madrid, bomba que fue activada por Aitor García Aliaga mediante un mando a distancia.
En diciembre de 2010, la Audiencia Nacional condenó por este mismo asesinato al etarra Juan Luis Rubenach Roig, mientras que el segundo acusado, Gorka Palacios Alday, fue absuelto por falta de pruebas. En su sentencia, la sección tercera de la Sala de lo Penal considera que la participación de Rubenach en estos hechos ha quedado "plenamente probada" (se encontraron huellas suyas en un vehículo utilizado en el atentado), pero no así la de Palacios, porque no existe "un dato fáctico que corrobore" su intervención. Gorka Palacios cumple una condena de 83 años por el asesinato del policía nacional Luis Ortiz de la Rosa. El fiscal Pedro Rubira reclamaba para los dos acusados 319 años y como prueba contra Palacios esgrimió únicamente las declaraciones policiales de los integrantes del grupo Buru Ahuste de ETA, Ana Belén Egüés y Aitor García Aliaga, ya condenados en 2006. Rubenach y Palacios fueron entregados por Francia en marzo de 2010 en virtud de la reclamación del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional por varios delitos terroristas, entre ellos asesinato, lesiones y estragos.
Justo Oreja Pedraza, de 62 años, era natural de Aldeavieja de Tormes (Salamanca), estaba casado y tenía cuatro hijos. Licenciado en Derecho, Ciencias Sociales y Ciencias de la Información, aprobó la oposición de interventor militar, ingresando como teniente en Toledo, su primer destino. De ahí fue trasladado a Madrid, donde vivió los siguientes treinta y cinco años. En noviembre de 1997 ascendió a general de Brigada. Cuando fue asesinado prestaba sus servicios como jefe de la División de Estudios y Coordinación de la Intervención General de la Defensa. Tenía previsto pasar a la reserva antes de que concluyera el año 2001. Su asesinato lo impidió.