A las cuatro menos cuarto de la tarde del 8 de julio de 1978, la banda terrorista ETA asesinaba a tiros al juez de paz de Lemona (Vizcaya), JOSÉ JAVIER JÁUREGUI BERNAOLA, en el interior del bar propiedad de su familia.
José Javier Jáuregui se encontraba solo atendiendo el establecimiento que hacía las veces de taberna y expendeduría de tabaco en Lemona. A esta hora no había nadie en el local y el último cliente había salido minutos antes. Dos terroristas del grupo Kioto de ETA entraron en el bar con la cara cubierta por capuchas y preguntaron si era José Javier Jáuregui. Éste les contestó afirmativamente y, mientras la víctima se dirigía hacia ellos, le dispararon a bocajarro. Jáuregui fue alcanzado por cinco impactos de bala, cuatro en el pecho y uno en un brazo. En el lugar de los hechos la Guardia Civil recogió seis casquillos del calibre 9 milímetros parabellum, marca Geco.
Tras abandonar precipitadamente el establecimiento, y haciendo un disparo intimidatorio al aire, huyeron en dirección a Amorebieta en un Simca 1200 color azul. Hora y media después el vehículo sería localizado en esta localidad por la Guardia Civil, con las llaves de contacto puestas. El coche había sido robado a punta de pistola una hora antes del atentado en la localidad de Durango a Jesús Sanz de Viana, al que dejaron maniatado cerca de Amorebieta.
Jaime Jáuregui, hermano de José Javier y médico en Durango, señaló que su hermano "no pertenecía a ningún grupo político. Como ocurre en todos los pueblos, tenía amigos y enemigos. Nosotros somos de aquí. Era juez de paz desde hace cinco o seis años. Mi hermano solía sacar de cuando en cuando la bandera española al balcón, pero eso no creo que sea motivo para matarle". Señaló que su hermano había sido amenazado bastantes veces, sobre todo por teléfono, y que las amenazas se hicieron más frecuentes en los meses anteriores a su asesinato. Cuando se inauguró el batzoki de Lemona incluso pintaron en la fachada del bar "Javi vas a cascar". Tras recibir estas amenazas, dejó de sacar la bandera de España fuera del local como medida de precaución.
Una mujer cercana a la familia contó que, pocos días antes del asesinato, cuando viajaba con José Javier a Bilbao, fueron seguidos por unos desconocidos. Y también en los días previos al atentado un individuo fue a su establecimiento y, aunque no amenazó a la víctima, se identificó como miembro de ETA y le dijo que acababa de regresar de Francia y no tenía dinero. La reacción de José Javier fue perdonarle la consumición que acababa de hacer: un vino y un bocadillo.
José Javier Jáuregui Bernaola, de 38 años de edad, soltero y juez de paz de Lemona, gestionaba el Bar La Herradura en esta localidad vizcaína, propiedad de su familia, trabajo que compatibilizaba con el de conductor de una ambulancia de la Seguridad Social en Sestao. Precisamente a las cuatro de la tarde iba a entrar de servicio en un turno que debía concluir a las doce de la noche. Además, era también exconsejero local del Movimiento, según informó El País.