ADRIÁN GONZÁLEZ REVILLA (Arechavaleta, Guipúzcoa, España)

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ADRIÁN GONZÁLEZ REVILLA ETA Arechavaleta, Aretxabaleta, Guipúzcoa, Gipuzkoa, España, 26/07/86
Sobre las ocho de la mañana del 26 de julio de 1986, la banda terrorista ETA asesinaba en Arechavaleta (Guipúzcoa) al teniente de la Guardia Civil IGNACIO MATEU ISTÚRIZ y al agente ADRIÁN GONZÁLEZ REVILLA, mediante una bomba-trampa oculta entre la hierba en un campo próximo a la localidad guipuzcoana.

Adrián González Revilla había nacido en Cillamayor (Palencia) el 23 de noviembre de 1957, por lo que tenía 29 años cuando fue asesinado. Desde cinco años antes pertenecía a la Guardia Civil, cuatro de ellos en los GAR. Pertenecía, igual que su superior el teniente Mateu, al cuartel de los GAR de Logroño. Sus restos mortales fueron inhumados en Palencia.

Esa madrugada miembros de la banda habían lanzado dos granadas anticarro de carga hueca contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Arechavaleta, que no causaron ni daños personales ni materiales. La primera, lanzada a las 6:40 horas, quedó a una distancia de unos cincuenta metros del cuartel. Miembros de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) del Instituto Armado acudieron a la zona a inspeccionar los alrededores y poco después encontraron, a una distancia de doscientos metros, la segunda de las granadas. Cuando inspeccionaban una zona de campo próxima al cuartel, estalló la bomba-trampa que alcanzó de lleno al guardia primero Adrián González y al teniente Ignacio Mateu. El primero falleció en el acto, pues la bomba le destrozó la cabeza. El teniente Mateu fue trasladado urgentemente en ambulancia al Hospital Ortiz de Zárate de Vitoria, pero no llegó a tiempo, falleciendo durante el trayecto al centro sanitario.

Horas antes de producirse estos atentados contra el cuartel de Arechavaleta, el cuartel de la Guardia Civil de Ordicia también fue objeto de otra acción terrorista que causó tres heridos leves que fueron atendidos en el mismo cuartel sin necesidad de que fuesen trasladados a ningún centro hospitalario. Una de las granadas penetró en un pabellón deshabitado que se encuentra en las proximidades del edificio, la segunda fue arrojada al patio del acuartelamiento, y las otras dos cayeron en un campo próximo.

Los funerales el teniente Mateu y el agente González se celebraron a las diez de la mañana del día siguiente en la base de los Grupos Antiterroristas Rurales en Logroño, donde quedó instalada la capilla ardiente.

El 9 de febrero de 2004 fue detenido en el sur de Francia el etarra Luis Enrique Gárate Galarza, alias Zorro, que participó presuntamente en el atentado en el que murieron el teniente Ignacio Mateu Istúriz y el guardia civil Adrián González Revilla. Condenado a 15 años en Francia, fue entregado temporalmente a España en marzo de 2010 para ser juzgado por diversos atentados cometidos en los años ochenta.