LUIS AZCÁRRAGA PÉREZ-CABALLERO (Salvatierra, Alava, España)

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A las 13:30 horas del 27 de marzo de 1988, ETA asesinaba a tiros en Salvatierra (Alava), al general retirado LUIS AZCÁRRAGA PÉREZ-CABALLERO. El asesinato se produjo cuando el general abandonaba con su esposa, y varios hijos y nietos, la iglesia parroquial de Santa María, después de asistir a los oficios religiosos del Domingo de Ramos. Dos pistoleros de ETA se acercaron al militar y efectuaron cuatro disparos a quemarropa. Seguidamente le remataron con un tiro más en la sien.
Pocas horas antes del asesinato del general Azcárraga, dos mujeres, María del Mar Cruz Plaza, de 25 años, y Elisa Martín García, de 21, resultaron gravemente heridas en Madrid al hacer explosión un artefacto colocado encima de una moto frente al número 36 de la calle del General Perón de Madrid, cerca del estadio Santiago Bernabeu.
En septiembre de 1989 fue detenido, tras un enfrentamiento con la Guardia Civil, Juan Carlos Arruti Azpitarte, uno de los responsables del atentado contra Azcárraga. En la operación resultaron muertos otros dos terroristas, que también habían participado en el asesinato de Luis: Juan Ignacio Oyarbide Aramburu y Manuel Urionabarrenechea Betanzos.
En 1990 fueron condenados Juan Carlos Arruti Azpitarte y el matrimonio formado por Gotzone López de Luzuriaga Betanzos e Ignacio Fernández de Larrinoa Pérez de Luco, como autores materiales. La madre de Gotzone López de Luzuriaga era vecina del general Azcárraga en Salvatierra. El matrimonio fue el que pasó a ETA la información sobre los movimientos de Luis. En la misma sentencia fue condenado a 18 años Carlos Torrecilla Parra por un delito de complicidad. En 2001 fue condenado, también como autor del asesinato, el etarra Ramón Aldasoro Magunacelaya, primer etarra extraditado desde Estados Unidos.
Luis Azcárraga Pérez-Caballero, de 81 años, perteneció al Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos. Natural de Asparrena (Álava) era tío abuelo de Joseba Azcárraga, diputado de Eusko Alkartasuna y uno de los impulsores, desde su etapa como senador del PNV, del proceso de reinserción social de antiguos etarras. Joseba Azcárraga declaró tras el atentado que el dolor por la pérdida de un familiar no modifica su opinión acerca del atentado. "Se trata del asesinato de una persona indefensa", dijo, "de un anciano, escogido por ETA para reducir el riesgo, y quizá eso lo hace más rechazable, pero mi condena es la misma que cuando la víctima fue un guardia civil, hace una semana", en referencia al asesinato en Durango de Pedro Ballesteros Rodríguez. El general Azcárraga estaba casado y era padre de tres hijos. Residía habitualmente en Madrid, pero pasaba períodos de vacaciones en Salvatierra, donde vivía parte de su familia.