El 2 de noviembre de 1978, la banda terrorista ETA asesinaba en Lezo (Guipúzcoa) al albañil RAFAEL RECAOLA LANDA. La víctima fue salvajemente ametrallada por miembros de la banda cuando regresaba a su domicilio en una motocicleta después de acabar su turno de trabajo en la empresa en la que estaba contratado como albañil, la Fábrica Orbegozo. Tras derribarlo de la motocicleta con una primera ráfaga de disparos, la víctima fue rematada cuando cayó al suelo. La Policía recogió en el lugar de los hechos veinte casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, de las que cinco alcanzaron a la víctima, dos en la pierna, una en el pecho y dos en la cabeza, provocándole la muerte instantánea.
Rafael Recaola Landa, de 30 años, era albañil de profesión y estaba empleado en la empresa Esteban Orbegozo desde seis años antes. Fue acusado por ETA de tener vinculaciones con la Policía en el mismo comunicado de reivindicación del asesinato de Juan Cruz Hurtado Fernández, cometido minutos después. Rafael había estado afiliado a UGT durante un tiempo. Antes de ser asesinado ya había sido tachado públicamente de ser confidente policial y había recibido alguna llamada anónima amenazándole por este motivo.