GABRIEL ALONSO PEREJIL (San Sebastián, Guipúzcoa, España)

http://goo.gl/maps/CWNX
GABRIEL ALONSO PEREJIL ETA, San Sebastián, Donostia, Guipúzcoa, Gipuzkoa, España, 5/12/78
A las dos y veinte de la tarde del 5 de diciembre de 1978, la víspera del referéndum de la Constitución, la banda terrorista ETA acribillaba a balazos en un bar de San Sebastián al subcomisario de Policía GABRIEL ALONSO PEREJIL, al policía municipal ANGEL CRUZ SALCINES, y al comisario de Policía JOSE MARÍA SARRAIS LLASERA.
Gabriel Alonso Perejil, subcomisario del Cuerpo General de Policía destinado en la plantilla de San Sebastián, tenía 61 años. Estaba casado y tenía dos hijos. Una de sus hijas, Cristina, había sido campeona de España de salto de longitud. Gabriel iba a jubilarse en febrero de 1979.
Los tres amigos tomaban habitualmente el aperitivo en el Bar Urgull de la capital donostiarra, cercano al cuartel de la Policía de Aldapeta y a la comisaría de San Sebastián. El 5 de diciembre entraron en el bar y se colocaron en la barra, al fondo del establecimiento. En ese momento había en el local otros siete u ocho clientes. A las 14:20 horas tres individuos a cara descubierta penetraron en el bar y, mientras uno de ellos ordenaba a los camareros y clientes que se tirasen al suelo, los otros dos acribillaron a balazos a los tres policías. Gabriel Alonso murió en el acto; José María Sarrais fue herido e intentó refugiarse en la cocina, pero uno de los asesinos lo siguió y lo remató con un nuevo disparo. El tercero, Ángel Cruz, fue trasladado gravemente herido al Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, pero falleció durante el trayecto.
Una vez cometido el triple asesinato, los tres etarras armados huyeron precipitadamente mientras gritaban "Gora Euskadi Askatuta". En su huida utilizaron dos coches que tenían aparcados, con otros dos terroristas al volante, en las proximidades de la confluencia de la calle Reyes Católicos, donde se encontraba el bar, con la de Prim. Dos de los terroristas subieron a un Seat 132 y el tercero lo hizo en un Renault 7, de color granate. Un sexto terrorista participó en el atentado, quedándose fuera del bar para cubrir la fuga de los asesinos.
Los cuerpos sin vida de los dos miembros del Cuerpo General de Policía quedaron cubiertos en el suelo con manteles de papel hasta las tres y media de la tarde, hora en la que el juez de guardia ordenó el levantamiento de los cadáveres y su traslado al depósito judicial.
En el lugar de los hechos se recogieron una decena de casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum. Momentos después del atentado, y de forma ininterrumpida durante toda la jornada, la capital donostiarra fue escenario de un espectacular despliegue policial. En cumplimiento del plan decretado por el Gobierno con motivo del referéndum constitucional, fueron alertadas todas las compañías de la Policía Armada y de la Guardia Civil que se encontraban en Guipúzcoa y se establecieron estrictos controles. Las salidas de San Sebastián fueron también bloqueadas por las FOP lo que provocó grandes atascos en los accesos a la capital donostiarra. Aunque este dispositivo no dio resultado inmediato, diez días después la Policía logró desarticular el grupo Donosti de ETA, cuyos miembros eran los autores del triple asesinato.
En la tarde del 5 de diciembre la Consejería de Interior del Consejo General Vasco, cuyo titular era el socialista Txiki Benegas, difundió un comunicado para condenar el atentado, cuyo texto decía: "Las muertes de dos comisarios y un policía municipal registradas hoy en San Sebastián, han venido a unirse a la tan larga serie de fuerzas del orden víctimas de la violencia. Con las víctimas estará siempre nuestra solidaridad y dolor compartido. Quienes con una consulta democrática en puertas apelan al atentado y el crimen atacan directamente a dos principios básicos de la soberanía popular: el derecho fundamental a la vida y la libertad de espíritu en el ejercicio del derecho al voto. En lugar de la democracia pretenden establecer como método de acción política la fuerza de la violencia. La Consejería de Interior llama a todo el pueblo vasco a rechazar la muerte, a respetar el derecho a la vida y a construir pacíficamente el futuro de nuestro pueblo".
Hacia la media noche, horas antes de que se abriesen los colegios electorales para votar el referéndum, se produjo una interferencia en la emisora de TVE en Guipúzcoa justo cuando iba a empezar el programa Últimas Noticias. Cuando desapareció la imagen se oyó un comunicado de ETA político-militar contra la Constitución y después sonó el Eusko Gudariak. La interferencia también afectó a parte de las otras provincias vascas.
El mismo día 5 de diciembre se instaló la capilla ardiente de los tres policías asesinados en el Salón del Trono del Gobierno Civil de Guipúzcoa y, al día siguiente, se celebraron los funerales por las víctimas en la Iglesia del Buen Pastor.
En febrero de 1980 la Audiencia Nacional condenó a Miguel Sarasqueta Zubiarrementeria a 30 años de prisión mayor como autor material del atentado, y a José Miguel Azurmendi Albizu a 70 años de reclusión mayor. En 1988 fue condenado Martín Apaolaza Azcargorta a 7 años de prisión mayor como autor de un delito de conspiración para cometer el atentado.