El 2 de noviembre de 1979 fallece en el Hospital de Basurto el comisario de Policía ANTONIO MESA PORTILLO, que no pudo superar las graves heridas sufridas en el atentado terrorista del que fue víctima el 11 de octubre de ese mismo año en Guecho (Vizcaya).
En torno a las 14:35 horas de ese día Antonio Mesa salió de la comisaría de Policía de Guecho acompañado por el inspector Miguel Ángel González Fuentes. Ambos se dirigían a sus respectivos domicilios a comer e iban en el mismo vehículo, un Seat 127, conducido por Miguel Ángel. Cuando el vehículo se detuvo en un semáforo en rojo de la entonces llamada avenida del Ejército, en el barrio de Algorta de la localidad vizcaína, varios miembros de la banda terrorista ETA ametrallaron el coche por su parte derecha, donde iba sentado el comisario Mesa Portillo. Herido al recibir la primera ráfaga de metralleta, Antonio logró salir del vehículo y repeler el ataque, antes de caer al suelo alcanzado por veinte impactos de bala. Miguel Ángel González resultó herido con cuatro impactos de bala en la pierna derecha. También resultó herido leve un vecino de Algorta, Francisco Andrés Cobreros, que se encontraba en un bar cercano al semáforo cuando se produjo el ametrallamiento. Los terroristas huyeron en un vehículo 1200 de Transportes Damper robado a punta de pistola a las 12:30 horas.
El inspector González Fuentes, pese a estar herido, condujo el vehículo, que había recibido casi cuarenta impactos de bala, hasta la casa de socorro de la localidad y de ahí, en ambulancia, hasta el Hospital Civil de Basurto. El estado de Antonio Mesa se complicó irremediablemente dos semanas después de ser ametrallado, falleciendo finalmente el 2 de noviembre.
En la Jefatura Superior de Policía de Bilbao se celebró a las doce y media del mediodía del 3 de noviembre el funeral de cuerpo presente en memoria del comisario en la más estricta intimidad. Mandos de la Dirección General de Seguridad se desplazaron expresamente a Bilbao para estar presentes en el acto fúnebre, al que también asistieron familiares y compañeros de la víctima. Al término del mismo, el féretro con los restos mortales del comisario Antonio Mesa fue trasladado por vía aérea hasta Sevilla, recibiendo sepultura en el cementerio de San Fernando.
Antonio Mesa Portillo tenía 42 años y estaba casado. Era natural de Rosal de la Frontera (Huelva). Había prestado servicio en la Jefatura de Sevilla y, cuando ascendió a comisario, fue trasladado a Guecho como jefe de la comisaría, puesto en el que estaba destinado desde julio de ese año 1979. Antonio Mesa era, además, licenciado en Ciencias Físicas y en Farmacia. Antes de ingresar en la Policía había sido profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla. En mayo de 1981 su localidad natal le dedicó una calle. Su madre, María Escobar Portillo, fue la encargada de descubrir la placa de mármol con el nombre de su hijo.