En la tarde del 9 de enero de 1979 fallece el guardia civil CIRIACO SANZ GARCÍA, como consecuencia del atentado sufrido cuatro días antes, el 5 de enero. Sanz García recibió varias ráfagas de ametralladora que le dispararon desde un vehículo Seat cuando salía de su domicilio en torno a las dos de la tarde. El agente se tiró al suelo para tratar de esquivar los disparos. La primera persona que lo atendió fue una de sus hijas, que se encontró a Ciriaco tendido en mitad de un gran charco de sangre.
El conductor de la ambulancia municipal que trasladó a Ciriaco Sanz a la Ciudad Sanitaria de Cruces manifestó que, antes de perder el conocimiento, éste le comentó: "Me he salvado porque me he tirado al suelo en el momento en que me dispararon". Sin embargo, su estado fue calificado de grave por los médicos que lo atendieron. La víctima presentaba heridas múltiples por arma de fuego en ambos glúteos y piernas, además de shock hipovolémico provocado por la hemorragia. Falleció en la tarde del 9 de enero de 1979.
Ciriaco Sanz García, de 50 años, era natural de la localidad de Santa Inés, en la provincia de Burgos. Estaba casado y tenía cuatro hijos, uno de ellos también guardia civil destinado en el mismo cuartel que el padre. Residía en Llodio desde hacía veintisiete años donde era una persona muy conocida.